miércoles, 26 de enero de 2022

PREGONES ¿Existe ‘envidia de la buena’?

 

¿Existe ‘envidia de la buena’? – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Pareciera un contrasentido, pero ya se volvió común que los aplausos, reconocimientos, estímulos, palabras de motivación y felicitación ya nos lleva a justificar que es “envidia de la buena” para tratar de celebrar los triunfos y logros de propios, extraños, deportistas, empresarios, emprendedores, familias o individualidades y hasta de ciertos “jóvenes” haciendo política.

“El tal paro no existe…” dijo el entonces Presidente de la República y en segundos ya estaba en el ojo del huracán por su desacierto, e igual sucede con la envidia: “que es mejor despertarla que sentirla” y no solo en cosmetologías, figuras de la farándula, influenciadores de hoy, avivatos de siempre y casos fuera de serie que son los que por sus valiosos aportes a la sociedad son los que logran premios y trascender.

No reconocer que hay superiores, que hay mejores, que hay admirados y admiradores, incluso hasta pares que superan obstáculos para que sus metas sean para beneficio común y no miden con lupas o catalejos dañinos, sino que hacen bien las cosas porque así debiésemos actuar todos y en todo.

Por estos días al retornar a las aulas grandes y pequeños (que pronto serán los grandes) miran de reojo la llegada con maletines de todos los colores y precios, tamaños y marcas, así con los cuadernos, colores, elementos, uniformes, zapatos y hasta las onces… idéntico sucede en las escuelas técnicas, universidades y otras instituciones, entidades, empresas, gremios y hogar.

No es cuestión de ‘tirria’ sino que así somos, actuamos y la dinámica de las etapas de la vida nos van moldeando y ubicando en los bandos que infortunadamente nos señalan, forjamos, decidimos o se van dando.

Por fortuna las monedas tienen dos caras y en la otra es donde podemos calar o tallar mejores destinos, empezando por esos detalles que dan identidad a una sociedad regional o nacional.  En esos momentos tratamos de atrincherarnos o enconcharnos en ser “ejemplo” para el entorno y de ello dependerá que de verdad avancemos y podamos recibir lo que en otras regiones se da a manos llenas, antes, en y post campañas. Regionalismo sano y sana competencia.

Volviendo a la “envidia de la buena” los estudiosos no la justifican porque se puede convertir en todo lo contrario. No llegar a sentir rabia, desprecio, odio, ignorar o resentirnos empieza por no todo mirarlo o compararnos por el dinero que se posee o logra, por las dignidades o títulos, por los cargos o ascensos, pero tampoco es que sea pasando por encima de quienes por el destino lo tienen.

Enseñarnos y practicar que es superándonos, en todos los aspectos, nos dará los elementos para entender que si utilizamos la expresión de la presente es porque de verdad, de corazón, celebramos lo que nuestros congéneres van ganando, obteniendo, consiguiendo. Insistiendo que no sobre los hombros de quienes de buena fe son asaltados, engañados, utilizados y hasta ‘marcados’, que es lo que sucede en épocas y con personajes electoreros, donde predican, pero no aplican, lo que les sale en sus manidos mensajes, vallas, afiches, cuñas y discursos que dan envidia de la buena…

Y no dejemos de lado los que son supuestamente directos, cuando en la cara o por escrito nos dicen: “te tengo envidia, pero de la buena”, para ocultar diminutos o gigantes malestares, de estómago, de gestos, torcida de ojos, o del fondo del alma, que ya sería enfermedad.

Los educadores vuelven a tener ahí una tarea inconmensurable para que sus generaciones les reconozcamos y agradezcamos sus enseñanzas, ejemplos, tareas, etc. No engañarnos con autocompadecernos hace parte de la felicidad, de superar las pruebas, ser resilientes, agradecidos y buenos de verdad.

En la coyuntura es bueno regocijarnos con los éxitos de los vecinos, amigos, pares, colegas y antagonistas para no llegar al pesimismo que degenera en todo lo ya leído y más. Vamos a conocernos a fondo y con ello saber cómo es que respondemos a los retos, motivados de los errores, y sin salpicar por los dañinos y cochinos celos, que cada uno tiene su cuarto de hora y así es el reloj.

https://boyaca7dias.com.co/2022/01/26/existe-envidia-de-la-buena-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/



miércoles, 19 de enero de 2022

PREGONES Triunfos y disciplina

 

Triunfos y disciplina – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Parece confirmarse que solo los que brillan con sus medallas, trofeos, camisetas, mejores equipos técnicos, contrataciones ostentosas en lo nacional e internacional se convierten en ídolos, pasan por los grupos élite, les hacen series de televisión, entrevistas por toda clase de medios, campañas publicitarias y hasta figuras para álbumes.

Está bien, y esa debiese ser una condición de igualad, equidad y verdadero ejemplo, que a cada uno de los integrantes de los llamados “equipos” se les reconozcan sus logros, el premio a sus esfuerzos y la dedicación a superarse, en todos los niveles, y se refleje en cada historia que van contando en las presentaciones, sociales, ante patrocinadores o de los eventos.

Lo anterior para llamar a familiares, representantes, padrinos, cazatalentos, apoderados, directores, gerentes y círculos que acompañan a talentos que su única ilusión es triunfar, darse una vida digna, satisfacciones a su entorno y servir de referente, para que den las mismas oportunidades y nivel a niños y jóvenes que decidieron o escogieron un deporte para hacerlo, con disciplina, su razón de ser, su mundo, sus triunfos por la vida, sin codazos.

No se compadece que, en competencias, torneos, eventos interbarrios, o simples materias de colegios, crear una rivalidad que se lleva hasta el profesionalismo, pero que no es sana, sino que lleva a extremos, manejos inadecuados de egos y hasta el “juego limpio” desaparece, con todas sus consecuencias.

No faltan las peleas en camerinos, terceros tiempos, rumbas o en vías porque no se saben manejar esas emociones que imponen los marcadores, los colores, las vueltas “olímpicas” y las celebraciones exageradas de un logro, que es el paso a otro… y así.

Todo nos lleva a pregonar: ¿si propusimos el deporte, igual se da en todos los saberes, en estratos sociales y clases, en lo privado y público, en profesiones que son liberales y las más conservadoras porque, infortunadamente, no sabemos ganar, ni perder y mucho menos empatar?

Cualquiera sea el resultado nos exageramos en justificarlos y para ello los apasionamientos pasan sus cuentas de cobro y dejan muchos saldos…

Vayamos despacio, con pies de plomo, en la formación o educación que se imparte, como para disfrutar del ballet, del concierto, de la misa, de la comida, con normas éticas que en vez del silencio cómplice pueda servir para crear patrones de comportamiento social, formar ciudadanos que no se “matan” por un deporte, sino que les sirve como distracción al agite diario.

Habrá fanatismo y eso también está en la política, en lo empresarial, en lo comercial, pero que no sea un signo que marque a nuestras generaciones que pasan por sobre todas las cosas, con tal de “tragarse el mundo”, lograr sus pretensiones y ser radicales en sus comportamientos.

No todo lo que nos rodea se debe tomar por deporte, debemos asumir responsabilidades, ser consecuentes con los espacios ganados y con las habilidades para hacerlas parte de nuestras vidas. No competir por ganar medallitas, sino por ganarse la medalla. No por un trofeo brillante, sino el reconocimiento de cruzar la meta. Así de sencillo nos vamos formando por sentir y vibrar con cada logro, con cada premio, con cada aplauso, con cada podio personal.

Ahora nos toca hacer realidad el que no llevemos a la exageración esos momentos. Sin máscaras.

https://boyaca7dias.com.co/2022/01/19/triunfos-y-disciplina-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/


PREGONES Primera mirada y lo que viene

 

Primera mirada y lo que viene – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Por acá de nuevo, con un sincero feliz 2022 y que haya logros, realizaciones y satisfacciones. Después de las felices fiestas ya se han concretado, definido, ajustado y hasta acomodado los nombres de los candidatos en las listas para aspirar a que los ciudadanos votemos por sus propuestas, compromisos, responsabilidades y vocería por Boyacá, en Cámara y Senado, logrando resultados.

A nivel empresarial hace carrera la frase del empresario y teórico del mercadeo Seth Godin: “El costo de equivocarse es menor que el costo de no hacer nada…” y bien pudiera aplicarse a rajatabla para tantas ambiciones, codicias, sed de poder, malicia, desconocimiento, inocencia y hasta juego de estrategias, que con asesores, coordinadores, jefes y equipos buscan llegar a la meta, pero que en el recorrido hace eco en cada uno de nosotros al saber si voto por la foto, por su trayectoria, por sus colores, por su número o por lo que en novenas, reuniones, tarimas, tintos y sitios públicos vienen tratando de tejer para convencer a sus paisanos y hasta más allá.

No es que pensemos y actuemos solo en los trajines de la política, pero en consonancia es que de lamentarnos no queda sino el dolor de cabeza, el arrepentimiento y el sinsabor que volveremos a tener el 14 de marzo al conocer quiénes serán los ungidos y a la espera que cumplan con sus territorios y para ello lo único que vale es que no se pierda la representatividad de hoy, estar polarizados, no pensar como ciudad o provincia y dejarle el camino expedito a los de afuera que ellos si vienen a hacer sus componendas y negociar con ciertos personajes que en todas ganan, o si pierden también ganan y así figuran o pelechan en administraciones y cargos.

No pueden ser otros cuatro años de reclamos, echadas de vaina, componendas, agarrones entre “jefes”, aduladores utilizando sus trincheras para sacar réditos y hasta permeando a seguidores y familias, desconocimientos en los centros de poder y decisiones, desperdicio con caballitos de batalla de humo, aplaudiendo a los de al lado y dejando caminos para que en la presidenciales vuelvan a llevarse los votos de acá para sumarlos a sus estructuras que nada visionarias son, pues se trata de empresas personales y egocéntricas. No dejemos pasar la oportunidad de votar bien.

Es una primera mirada a lo que quedó y a la vez que sirva para que no sigamos siendo utilizados en lo que se viene. Tenemos necesidades comunes, ya han pasado muchos por esos honorables cargos y Boyacá se merece mejor suerte.

Y los que aspirarán a reemplazar a los que en su momento acompañaron, deben de una vez hablar de frente y sin tapujos, porque sus alianzas o coaliciones -coloridas- han sido inferiores a lo que promeseros hoy quieren que se repita, para seguir en sus cómodas sillas burocráticas, y el resto que esperemos. Es de frente y sin juegos de palabras. Y ya veremos a los jóvenes haciéndose valer con sus propuestas, fuerzas y arengas…

Hay muchos temas que no pueden seguir siendo de “propiedad de…” y es que ya hasta un bien patrimonial o histórico tiene que pasar por los escritorios de camaleónicos desaforados por no dejar sus feudos.

Siendo sagrados los recursos públicos corresponde a Veedores, de verdad, hacer su tarea y no es que contratistas o funcionarios dejen de expresar sus gustos o hasta utilizar sus contratos o “hilos” para organizar reuniones a sus candidatos, a costas de esos filamentos, tomarse fotos, activismo, sino que sean cuidadosos, pulcros, éticos, serios, escrupulosos.

Serán días para que hagamos bien las cosas y no lamentarnos en silencio o en medios de comunicación, o lo peor, a través de las redes sociales, como hasta ahora ocurre. YA.

https://boyaca7dias.com.co/2022/01/12/primera-mirada-y-lo-que-viene-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/