¿Sembrar odio para recoger sangre? – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
Hemos venido pregonando que salvo guardadas excepciones, y muy contadas con los dedos de manos y pies juntos, quienes se hicieron elegir han decepcionado, mentido, engañado, utilizado y usufructuado ésa ingenuidad y bondades de la democracia para burlarse de su votantes y atrincherarse en generar odios desde sus tronos, para no asumir la responsabilidad de la sangre que se ha derramado, la que esperamos no siga y la que va a servir a sus intereses personalistas, pues ya nada de pactos, grupos, acuerdos o uniones para salir con “chorrero de babas” y dañarnos el camino que se venía enderezando, con el esfuerzo de todos y con el sudor y pundonor de todos…
Con estoicismo, solidaridad y civismo se han denunciado, por investigaciones serias, de largo aliento y con testimonios y soportes la cantidad de robos descarados que han realizado -en todos los niveles- de quienes prometieron el cambio, y así lo cumplieron, haciéndolo con desparpajo, con exagerado narcicismo, con los recursos que juraron defender para su beneficio directo y que les ha servido para dañar, cooptar entidades o imponer los de su resorte para ostentar poder mezquino.
Y qué decir los que no están gobernando sino en plena campaña, copiando o siguiendo modelos de tiranos déspotas marrulleros o paracaidistas que se ufanan de mover todos los hilos, tener subiditos y con sus aduladores apropiarse de las más ínfimas de las posiciones burocráticas o de representación, para hacer ochas y panochas, predicar de límpidos y sin pecados, pero se les garantiza que desde sus oráculos no alcanzarán a permear el paso del cometa diablo, porque ya a simple vista todos estamos viendo sus juegos, sus defensas, sus ataques y sus fichas en pleno furor.
No les bastarán 7 palabras para justificarse, en sus 15 estaciones, de un camino que impusieron, por un ego estúpido y que ya no están en retórica sino en acción, en claro desacato de la ley que juramentaron y buscando escenarios, artistas, personajes, jugaditas y jugarretas, con caja menor disponible para todo, para volver a lo deplorable de sus campañas, que copiaran a la que algún día fue ejemplo en la vecina Venezuela y que hasta hace pocas horas llegó al límite del golpe de gracia.
Diseminar sus odios, sus resquemores y sus rencores no nos lleva a buen puerto, así haya logros que no han podido capitalizar por estar en peleas entre pícaros, que no los pudieron zafar porque dejaron o mezclaron peras con higos, ciruelas con borojó y hasta papayas con cocos. Cambian a su acomodo las reglas de juego para estar en juntas directivas y hasta para poner a sus gerentes o voceros, pero no visionan los riesgos que ya llevan a peleas internas y hasta organizar grupos de trabajo para tener sus propios áulicos, negociando cargos en territorios que no les corresponde.
Con todo y eso ya hay ejemplos dignificantes de convocatorias a hacer vacas para hacer las vías 4G –y de ahí vendrán para otros menesteres- que gobernantes no hicieron y ya no harán, con aportes silenciosos de gente honesta, de bien, de resultados en las pocas horas y que cual burros atravesados no dejarán que lleguen a su objetivo (una Constituyente manipulada); pero eso dependerá de la fortaleza y resistencia de sus inspiradores, y salvando a las regiones y nuestra común nación, que posee gente con miles de frustraciones y unas generaciones que ni entienden la pelea por ser firmones desde palacios, de los que reniegan pero sí que dejaron sangre –y aún la engendran- para con silencios, cual casas de telerrealidad donde los valores ya están por el piso.
Se vendrán decisiones que nos afectarán, pero con cabeza fría las afrontaremos como corresponde, escogiendo a quienes estén sobre el bien y el mal, no al sutil encanto de víboras reales o vividoras.
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