Bodas Rubí del FIC
Estar entronizados en el mundo de la cultura, de los espacios para las
diversas manifestaciones artísticas, para verdaderos intercambios gana-gana y como eje de oportunidades para los
cultores de las 123 Maravillas -que son nuestros municipios-, llega a sus bodas
de rubí (40 años) el Festival Internacional de la Cultura de Boyacá (FIC) con epicentro
en la noble e hidalga capital, la progresista Tunja, que ya sabe de responder a
compromisos internacionales.
Más que agradecer a quienes los han coordinado estos son los que siempre
deberán estar honrados por tamaña extensión de sus capacidades, conocimientos,
experiencias y coyuntura de hacer trascender a los nuestros, en 8 días que
deben ser replanteados, en sus objetivos, financiación, puertas tan abiertas a
espectáculos privados (que condicionan dineros públicos para su realización) y
retomar ser el escenario de integración de saberes, de ofrecer y recibir para
moldear nuevas expresiones y tejer productos propios que las generaciones, como
ganancia del FIC, orgullosas lleven en secuencia y mentalidad; pues Boyacá
Cultural lo tiene todo.
Hoy no se entiende porqué se tienen invitados de honor y sólo veremos 1
ó máximo 2 eventos de estos?, porqué empresarios en otras regiones son más
flexibles? y no se consolida una descentralización hacia los municipios y estos
deban “rogarla” para aparecer en los programas de lujo. Bodas de rubí que
debiesen brillar para en las de oro sentir
el FIC como el más valioso tesoro de cada año y sea la postal de Boyacá
al mundo, así el FIC será la marca y sello propios de Boyacá.
Es la hora -que si así se amerita- se defina un ente propio para el FIC,
en el que participen los 123, comprometa a Ministerios, Embajadas y demás
actores reales de la llamada Cultura patria. YA.