Seguridad, ante todo, y en todo – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
Hacer el daño malgastando y utilizando la inteligencia de quienes aspirábamos fueran las generaciones del cambio, del progreso, del país del futuro, será en muchas de las profesiones -que se soportan en las tecnologías, en los algoritmos, en la cibernética-, y que por “inteligencias superiores” los tienen a su servicio para ejecutar planes macabros, robos, maldades, triangulaciones y hasta intimidaciones, sin generalizar, para el bien de la legalidad urge que haya seguridad.
Para quienes tienen las riendas de lo público deben tener conocimientos y unir fuerzas legales para que nos blinden y cumplan su juramento de proteger a la ciudadanía de las pocas -pero muy reforzadas- estructuras del mal, que se tomaron nuestros entornos, públicos y privados, con la anuencia de personajes, entidades y paralelos que se prestan y lucran de ello, de lo contrario al bien, traduciéndolo a su amaño para luego seguir carcomiendo poderes y hacer sus perversidades.
Sacudirnos de los miedos no solo es tener armas, guardaespaldas, claves, antivirus, recontra antivirus, instancias para poner denuncias, peticiones, quejas o reclamos, sino que se debe traducir en volver a confiar en los pares, en los vecinos, en los que acogimos…, en los extraños y hasta en las empresas que decidieron ofrecernos servicios públicos, y cada vez decepcionan con sus respuestas.
No puede seguir siendo “del día a día” que nos hacen daños con el robo de nuestras líneas o números de celulares, de aplicaciones unidas a cuentas de ahorros, tarjetas de crédito, en los cajeros electrónicos, en las facturas, en las calles, en las cafeterías o más sofisticados en atracos, asesinatos, ultrajes, violación a la intimidad familiar y todo porque hay malditos, cafres, civiles empoderados en ser “paras” traspasando límites…, autodenominadas bandas, grupos organizados o residuales, que hacen de las suyas y no hay autoridad, leyes y medidas que nos cuiden, protejan, den respuesta oportuna y de nada vale ser files o clientes para estar a la deriva.
Cada uno vive su duelo y en pleno siglo 21, cuando ya se han superado dos guerras mundiales, se vislumbraba que no tendríamos o sufriríamos pandemias o enfermedades incurables y mucho menos cuando los aspirantes a todo, incluso llegando a ser gobernantes, ganaron con los anuncios o titulares que devolverían la garantía de convivencia, y al parecer quedaron o siguen en deuda.
Basta de ser víctimas de toda clase de vejámenes, con o sin sangre, heridas o cicatrices, héroes o daños irreparables, acá no es de buenos (“los buenos somos más”) teniendo que aguantarse, vivir, o estar al acecho de bichos extraños, camuflados, intimidados o por estar a la espera de trámites sin respuestas, medidas por salir del paso, señalamientos o estigmatizaciones por cumplirle a las audiencias, sectores al vaivén de los acontecimientos. Que respondan los que tienen esa atribución y que con toda clase de veedurías y entes de control no respetan sino son casos para ser mediáticos.
De seguro en sus entrañas están los temas de salud, de lo que sucede en educación, seguridad alimentaria, manejo de redes sociales, pirámides jugando con solucionar la necesidad de vivienda y no seguir siendo una cifra más en las estadísticas que les representan dineros o aplausos, tomarse la seguridad por sus propias manos o dejar al garete lo que todos reclamamos que sean apuestas serias por la seguridad, ante todo, y en todo. Ojo, es para convivir en todos los niveles. YA.
Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago
https://boyaca7dias.com.co/2022/04/06/seguridad-ante-todo-y-en-todo-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/
No hay comentarios:
Publicar un comentario