miércoles, 24 de agosto de 2022

PREGONES Mentir por Verdades

 Mentir por Verdades – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Nada justifica que se recurra a mentiras, justificaciones con pretextos, engañar para eludir y en definitiva faltar a la verdad para tapar faltas o situaciones que son verdaderas, por salud, por situaciones ajenas, por circunstancias que se presentan y son de improviso, pero nada para engañar, falsificar, inventar y mucho menos calumniar, por estos motivos.

A lo mejor hay necesidad momentánea de “mentiras piadosas” para tratar de arreglar o salir de embrollos, presiones, confusiones o aprender a decir la verdad ante todo, como nuestros padres y antepasados nos lo trasmitieron, para hacerle “el cuarto a los amigos” pero nada para burlarse de las instituciones, del Estado, de sus “súbditos” o ciudadanos que siempre reclamaremos que sus gobernantes sean frenteros, sinceros, no promeseros y mucho menos populistas con las necesidades insatisfechas y nunca con las básicas y prioritarias.

Duele decir que en las instancias de poder recurren a esas fuerzas extrañas que en tarimas, mensajes, reuniones y material publicitario prometen de todo y cuando ya están en las instancias de saber qué es lo que van a cumplir, tanto en las administraciones municipales, departamentales, gobierno nacional y organismos internacionales, dejan traslucir uno de los ya plasmados cuatro mil trescientos refranes, que se convirtieron en verdades, que del “dicho al hecho hay mucho trecho”… recogido por Pedro Vallés o Esteba de Terreros y Pando, pero utilizado por personajes que se las dan de promeseros, tocan las pensiones, la canasta familiar, el salario mínimo y hasta moldean reformas para que todos tributemos o algunos más que otros.

Nada excusa la falta de conciencia para mentirnos sin sonrojarse. Nada puede seguir siendo “el fin justifica los medios” para administrar el erario. Nada para mantenerse en cargos a punta de estratagemas de correr entregan de balances, rendir cuentas de eventos y hasta seguir aferrados para figurar. Nada puede superar una sociedad llena de necesidades básicas con tapar la realidad. Nada nos puede llevar a los medios de comunicación a hacerles el juego a los personajes que luego nos darán la espalda, para seguir en las mismas.

Ocultar las deficiencias de los colaboradores no es bueno y ello no puede volverse una especie -no oficial de “política pública-” que arrasa con todo. Las mentiras que se dan en boletines o ruedas de prensa, en cifras o porcentajes de victorias tempranas o supuestos logros, de gestiones hechas por otros y ganarse las indulgencias cuando van pasando los días y ya la cuenta regresiva -para ver cumplimientos- los van dejando rezagados frente a sus comunidades, audiencias o potenciales beneficiarios, que ya para las próximas, les darán de sus mentiras…

No más ausencias injustificadas con verdades, no dejar plantados a los amigos y muchos menos a los contradictores, no llegar tarde por no saber medir los tiempos, no más reacciones en caliente por enredarse en su tratar de sobrevivir o por supervivencia ante grupos o medios, no embustes para dárselas de vivos o habilidosos. 

Que lancemos la piedra los que nunca hemos dicho una mentira… pero que no las convertimos en camisa del diario, de recurso para intimidar, para amedrentar, para adular y mucho menos para manipular incautos. Expertos hablan de negras, blancas y azules, de 8 o 10 tipos de mentiras… que grave las compulsivas, las exageraciones, los rumores, el autoengaño, las intencionadas, instrumentalizadas o las malintencionadas, las promesas, las verdades a medias, las de pecar y rezar para empatar y las que se nos volvieron numerales diarios, para posicionarse en las redes sociales, y hasta trajinar en los horarios triple A y así poder tener como pasar cuentas de cobro y estar vigentes y dizque haciendo nuevos contenidos y posicionar las falseadas.

Vamos a realizar actos de contrición, autorreflexión y poder resarcir tantos daños -que de seguro se seguirán presentando- por los mismos, con las mismas, y nos enfrentarán en escenarios de dos o tres, de grupos, de consejos y concejos, de reuniones de familias, de programas y notas periodísticas y hasta de discursos de los llamados líderes de opinión, que van desdibujando lo enseñado en los hogares, en los colegios, en las facultades y en la vida misma.

Que no sigan surgiendo amigos de Pinochos (con nariz larga y piernas cortas), más Geppettos y hadas por la verdad, y que los niños tengan héroes de verdad, los que cumplen –no por monedas o billetes- o poderes… y nunca volver a perder la credibilidad porque cuando digamos las verdades, ya no nos creerán.

No más mentiras por verdades, lo que necesitamos -en todos los niveles de la sociedad- es una verdad completa. No señalemos a los mentirosos sino aplaudamos a los veraces, los sinceros, los honestos y en aquellos en los que podemos confiar, creer y poder delegar o entregar la vocería para que busquen y logren el beneficio para todos. Hay verdades completas.

* Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  @ricardocipago

https://boyaca7dias.com.co/2022/08/24/mentir-por-verdades-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/


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