“ChatGPT” y nuestro futuro – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
Sin pretender usurpar los profundos y muy enriquecedores aportes y conocimientos del experto columnista vecino, de “Un click muy geek”, (“el tuitero mayor”, don Javier Sneider Bautista) hay necesidad de empezar a poner en la agenda lo que ya viene sucediendo con los impactos, penetración y hasta dolores de cabeza que nos ocasionará el “ChatGPT”, esa moderna herramienta que ya hace lo que quiere, a su gusto, y en muy finas y elaboradas palabras, párrafos redactados en contexto, usufructuando fuentes y autores, y hasta con voces sutiles y excitantes.
No es cosa de envidias, de dudas, de no estar a la vanguardia de las tecnologías de la información y las comunicaciones, de temor a que nos quedemos sin trabajo (igual ya con la reforma laboral que se viene habrá que buscar nuevas oportunidades…), de vivir en el siglo XX u otras que salen a relucir con euforia, sino que un pánico injustificado nos rodea, porque aunque pedimos a gritos muchas evoluciones, innovaciones, recursos y sistemas de comunicación de vanguardia, que superó las expectativas con los robots, los de la películas de cine y televisión, y hasta la visita de extraterrestres.
Doña o don ChatGPT, por delante, se va constituyendo en un elemento que puede aportar en la tarea de estudiantes, de cualesquiera de los niveles, estratos y hasta trascendiendo, pues sus mentores, propietarios y visionarios no tienen límites ni fronteras en evolución tecnológica y menos en el ofrecimiento de gratuidad, chulitos, autorizaciones, secretos e inteligencia artificial y de un código de ética para su uso limpio, sin noticias falsas o utilizando su poder para generar guerras.
Lo fundamental es prepararnos para creer en lo verificado, en lo contextualizado y en lo sustentado, con fuentes y evidencias (no manipuladas o tergiversadas) para que la bandera de una Sociedad Informada en Democracia siga siendo el baluarte de la confiabilidad en quienes definen nuestro futuro, pasando por los medicamentos, las estrategias geopolíticas, las creencias, las armas, las fronteras, los alimentos y la vida misma. Pueden ser varios o uno, pero que lo hace, lo hace.
Y no faltarán los que ya están atrincherados -en las coyunturas del cambio- para hacer de las suyas, por el traducido GPT2-3 como: “transformador preentrenado generativo” que será tan sencillo como abrir una cuenta de correo, tener servicios de cibercharlas (chats) y convertirse en medio de comunicación digital, en medio o en red social, que la tenemos en nuestra infranqueable intimidad, dándole toda clase de autorizaciones para que nos invada y se tome las confianzas que desee.
Vamos a tratar de protegernos, porque hay que estar prevenidos o precavidos, en una transformación que, de ser bien llevada, utilizada, nos proveerá conocimientos, tácticas, componentes para seguir creciendo y no en todo lo contrario. ChatGPT debe ser un insumo, ingrediente, para lo que pretendamos crear, como esas conversaciones o diálogos que tenían nuestros antepasados, alrededor de la integración familiar y con proyectos grandes, sin juegos sucios o bajo la mesa, sin trampas. Que luego no denigremos del futuro que nos construimos…
Obsesionados por “evolucionar” nos deslumbran en la vida terrenal, que ya superó todo por llegar a puntos estratégicos del universo, y ahora corresponde a los expertos y científicos del bien, de algoritmos verdaderos solucionadores de problemas, no ser problemas para otros, o los mismos.
* Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago
https://boyaca7dias.com.co/2023/03/29/chatgpt-y-nuestro-futuro-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/
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