Mareas Altas – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
En pleno cambio de lo que definimos como clima, meteorológico y político, ya empieza a sentirse al interior de las administraciones locales, departamentales y tocó a la esfera nacional, con tantas situaciones que dejan mucho que lamentar, pues los cambios fueron para peor y se avizora que tiende a empeorar.
Cuando hay verdad, o mejor sinceridad, no es con buenas intenciones -que se convierten en falsedades- o en el mejor de los casos verdades… y aunque volvemos a que no hay “delitos de sangre”, se sufre el duelo al interior de las familias, e incluso organizaciones, y por más palabras rebuscadas, pretendiendo impresionar, surgen ambages en las comunidades y se crean confusiones y oportunidades de jugar con las interpretaciones, como llegar a decir “cerco-cortina humanitario” (sic) en vez de llamarlo por su nombre: un vil secuestro, y asesinato, el asesinato de un policía nacido en Boyacá.
Más que a punta de escándalos, intimidaciones, señalamientos, despechos y hasta llegar a infidencias e infidelidades, con pócimas de “poliamor” y para el símil del pregón -con un pleamar-, que es muy lejano a la propuesta que hablaba el médico Héctor Joaquín Abad Facio Gómez de la “poliatría”, que debiese ser el eje de la tan manoseada reforma a la salud, por culpa de sus promotores, y hacerle eco a sus principios, beneficiarios y acciones, en la misión por la vida, sin dejar escasear los medicamentos, obligando al pago oportuno a los doctores y a cumplir las citas.
Trabajo fuerte tendrán los entes de control para demostrar su profesionalismo e independencia, y que haya justicia para que la sociedad, sin trincheras, retomen su confianza en cada una de sus decisiones, pues ya afectados surgen una serie de dudas del porqué se nos repiten situaciones similares de hace 28 años, y con personajes y actuaciones muy coincidentes, que hacen daño al país, pero no por una familia, unos políticos, unas estructuras; sino por cada control y sus resultados.
Época de cambios y realizar cambios acordes a la época, pareciera ser la consigna de quienes va a postular sus aspiraciones, nombres y trayectorias, en plena época de mareas altas, con o sin mar, pero sí con sol y luna, que rige a los terrícolas, que al parecer no aprendemos o nos gusta repetir.
Por ejemplo, dos docenas de consultas, para el domingo 4 de junio, se anuncian y ya viendo y escuchando a los candidatos, en nuestros cercanos municipios, podemos sentir que no llenarán las expectativas, pues sus fundamentos son flojos y ambiguos, de lo mismo de siempre, de ataques y de tratar de justificar sus actuaciones y apoyos, porque así de dinámica es la política y entre ellos se necesitan…
Y las olas siguen llegando de tal forma que de cada bando salen a los medios, con sus espacios de opinión -algunos pagados para realizar transmisiones especiales y “exclusivas”- y dando apertura a las dos o tres caras de la moneda, para que de forma vergonzosa, atrevida y de muy bajo perfil, por las redes sociales, sin argumentos más que los ataques, defendiendo lo indefendible, y volviendo a los ya marchitados temas de otros momentos, para ser escuderos gratuitos y que no difieren en nada de las narrativas, fondo y forma que tanto atacaron, con las que ganaron y ahora se ahogan.
Esto permea a todos y cada uno de los ciudadanos y comunidades, porque lo colectivo es de todos, en cada una de las horas, días y mandatos que se suceden, y vuelven a caer en la maldita corrupción.
*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago
https://boyaca7dias.com.co/2023/03/08/mareas-altas-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/
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