Avales, coavales y apoyos… – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
Si estuviéramos en un entorno serio, de hacer veeduría y seguimiento a la sarta de promesas, revisión al cumplimiento de planes, programas, proyectos, presupuestos y distribución de los recursos públicos en las obras, sacadas en cara y hasta mentiras a lo que se escuchan en las reuniones, tarimas, entrevistas y promociones, el saldo no solo sería grave sino llegaría al nivel de faltas gravísimas, que amerita no solo investigaciones, sanciones, sino responsables de las mismas.
“No pasa nada” se volvió tan del común que ya cuando se producen noticias, escándalos, flojas rendiciones de cuentas, aparecerán muy pronto las voluminosas publicaciones, se pagarán largos publirreportajes para decir que se “cumplió con todo lo prometido y que quedó plasmado en burdos planes de desarrollo”, pero es que la culpa, si se habla de culpas –en positivo, en negativo o en ausencia- no es solo de quienes se hacen elegir, sino de quienes elegimos a ojo cerrado, de quienes por ganarse unos puestos de representación, a sus partidos o grupos políticos se aventuran a dar o expedir avales, coavales o apoyos públicos, con el prurito que esos anuncios van a darles votos…
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La corresponsabilidad de quien lo recibe y de quien se lo entrega debería estar implícito que los obliga a ser responsables ante sus votantes, ante sus comunidades, ante ganadores y perdedores y no solo por llenar de colorines los afiches y materiales publicitarios. A lo mejor a quien le den más avales sea el supuesto ganador, pero eso sólo se comprobará al primer año de sus gobiernos. Pero si son para los perdedores pues algo estuvo mal en la definición de ser los ungidos.
Pero en ultimas somos los ciudadanos de a pie los que debemos mirar muy bien quiénes son los “personajes que acompañan”, se ufanan, se pavonean, se jactan, de ser los cercanos al candidato, de hablarles a los oídos, de ser sus manos derechas o izquierdas, de influir en sus estrategias de campaña, de influir en sus avisos y hasta estar en sus planes de ser designados en cargos… porque cuando tengan que poner la cara no es solo lo que deben asumir ante los estatutos internos de sus colectividades, sino que es con entereza que se debe dar respuestas y no fallarnos más a los ciudadanos, que hemos venido siendo engañados por discursos cursis y manidos de lágrimas.
A los que expiden los avales que no lo sigan haciendo por conveniencia, por amiguismos, por órdenes superiores, sino porque además de saber de los atributos personales y profesionales de sus escogidos, sus merecimientos, se firmen en mármol y en papel y en público de lo que asumen, de los que de verdad están en capacidad de hacer, gestionar y hacer; y no es que salgan despavoridos o generen conflictos luego de ser los que deban llevar las riendas de esos “potros” que son las alcaldías, concejos, asambleas, gobernaciones y hasta comunas (ediles). No los queremos ver arrepentidos o si lo van a estar que no sea por otros intereses luego de haber desgastado a los dirigentes, lideres, asistentes a reuniones, copartidarios o seguidores incautos.
No por populismos los candidatos cuestionados deben ser los que lleguen a estas dignidades, no podemos seguir siendo víctimas de sus embaucamientos, de sus activismos por sectores para hacerse visibles o lo que más duele es volver a ser utilizados en sus ambiciones, para luego salir con nada. Acá están en juego el futuro de nuestras regiones, provincias y municipios (y si hay que hacer regionalismo sano, que se haga en pro de no seguir siendo las cenicientas de los que ya tuvieron los honores y fueron mentirosos, marrulleros y hasta cínicos con nuestros conciudadanos).
Que no les salgan el o los tiros por la culata, que fuera de lo doloroso sería muy dañino para seguir confiando en promeseros, oportunistas y hasta magos, que aprendieron muy rápido a ser vividores.
* Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago
https://boyaca7dias.com.co/2023/07/26/avales-coavales-y-apoyos-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/
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