Enfermos y ¡Mamola! – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
No avergonzarse de estar enfermos, porque todos lo estamos, en proporciones que nos las ayudan a contener, solucionar y matizar los profesionales de la medicina y sus especialidades, pero tener que defender una forma de gobernar –que de seguro no estaban preparados o muy mal rodeados-no puede llegar a ser la justificación de tantos bandazos, que ya hemos puesto sobre la mesa, y que nos llevan a concluir que nadie se salvará de esta debacle que se avecina, por estos y otros.
Populismo o demagogia, pescar en río revuelto, hacer campaña con las necesidades humanas, burlarse de la democracia y sacarle provecho personal, pueden ser algunos de los síntomas que se viven en la Casa o Palacio de Nariño, en el de la Torre, en el edificio administrativo, en el salón del concejo, en la sede de la asamblea, en la casa cural, en el salón comunal y hasta en las oficinas privadas. Habitar su universo es ser irresponsable para con quienes les eligieron con votos.
Sentir delirios que los van a tumbar es no tener razón en sus debilidades, pero que habilidosamente ponen en la agenda pública para justificar que -de darse- incendiarían el país… Muy grave.
Dejémonos de cuentos baratos y la verdad es que amenazando acabar con las cámaras de comercio, con regalar subsidios a los taxistas, a construir metros a su gusto para que quede su nombre en la placa de inauguración, trasladar dineros destinados a la publicidad para construir clínicas de paso, regalar camisetas y balones para torneos de dos o tres semanas, llegar con cheques sin fondos, dar besos y abrazos de Judas, atacar a empresarios y medios, van a darles el triunfo: ¡Mamola!, pero ésa mamola que adaptamos para hacer “pistola” y burlarse del contexto y salir sin dar explicaciones.
Se niegan a hacerlo o dar lo que corresponde y creen que por unas cuantas sonrisas o carcajadas ya han hecho esos masajes bajo las barbillas, cosquilleo dirán los más sabios, para no atender críticas.
Usan los micrófonos y redes para despacharse contra todo y todos, para dar explicaciones no pedidas…, para sacar boletines para exculparse o que no dicen nada y eso es porque no tienen habilidades superiores dadas por el Creador y son las de comunicar; o es que creen que con gritos, con emocionados acentos, con voz poética, con fotos lastimeras o con productos audiovisuales en espacios públicos para atribuirse ser sus dueños –a sabiendas de que son con dineros públicos- van a torcerle la decisión a quienes ya no volverán a ser burlados, tomarán sus decisiones con contenidos, defenderán sus espacios y no tragarán entero, por colorines. Programas y recursos YA.
Con el mayor de los respetos si van a llegar a los cargos de elección popular para luego salir con esas charadas mejor vayan dando pasos al costado y por verdaderos intereses superiores, por su salud mental y física (incluso familiar) no se burlen de los ciudadanos y a los pocos meses de ejercer dignidades cambien las reglas de juego, jueguen con los amigotes, discriminen o arrumen a los que no compartieron sus ideas y despójense de tantas malas energías, enemigos o fantasmas irreales.
Los que son de verdad son los que van a nombrar en los cargos de responsabilidades públicas, va a tener que solucionar, argumentar y no rehuir a la interacción social, a las reuniones, a los principios de la decencia y la elegancia y ser repetición de la repetidera, que ya agotó su libreto manido.
Padecer una enfermedad no debe ser pretexto para señalar a los demás de las carencias o culpas propias, arengar con “mamolas” no es preciso para escabullirse de las responsabilidades y entretenerse con las mieles del poder no es una golosina ambicionada, es un reto para administrar.
A los que están por despedirse, y a los que buscan llegar, un diagnóstico por expertos no hace daño.
*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago
https://boyaca7dias.com.co/2023/09/06/enfermos-y-mamola-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/
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