Contundencia en la gobernabilidad – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
Desde lo público, lo privado, lo personal, lo familiar, y lo que es comunitario, se reclama que haya contundencia en la gobernabilidad de cada escenario que nos desempeñamos y más cuando el caballito de batalla, para ubicarlos en las tarimas del poder, era que nos confiáramos en su representatividad o palabra, pues serían los voceros de lo que tanto hemos venido reclamando…
Y ojo con un tema que deberá -de seguro- estar siendo ajustado y en estudio de sus respectivos manuales, pues no faltan (o mejor sobran) las jugaditas de utilización de las marcas institucionales, identidad visual, o marcas publicitarias de las administraciones, pues desde el 1 de julio entrará en vigencia y ya agotadas la papelería y demás documentos que deben llevar es el escudo o la bandera oficial, de lógica el nombre de la entidad territorial, y no goles para vanagloriarse o celebrar.
Se empiezan a conocer, como lo solicitamos y seguimos pregonando, las verdades de los informes de los empalmes y son preocupantes: o mejoramos o nos quedamos estancados, proyectar políticas públicas serias y concisas, tableros de control que deben ser públicos… y no inundándonos de periódicos para lavarse la imagen, bancos de proyectos en vilo, y esto no es porque son afín o activistas de los de turno, sino que la lógica y el sentido común hablan es de un todo común.
No más inventos para colgarles al plan de desarrollo, los POT y/o esquemas, unos temas o líneas gruesas o delgadas, que ya están más que diagnosticados o armonizados con las disposiciones nacionales, sino que se apliquen las que las partes, en decir los ciudadanos, estamos necesitando.
No a informalidades, atrasos, legalidad, actualizar, gestionar, buscar grandes inversiones y obras concretas pero con la participación real de los sectores, en los planes comunitarios o comunales, tareas con presupuestos, actas, cronogramas y comunicar -en los medios tradicionales y los nuevos- es insistir y exigir cronogramas, cumplir los requisitos legales, radicar ante la entidad ambiental con las necesidades reales y no un listado de mercado, todo se hace bien con planeación; planificación.
Mesas poblacionales para consensuar temas obligatorios, participación ciudadana, encuestas con las comunidades y utilización las tecnologías de la información (redes sociales) y más veedurías no en campañas o haciendo mandados a sectores con las observaciones, apoderados, y burlando artes, comentarios y sugerencias no politizadas o partidistas. O mejor: imponiendo sus gustos.
Llegan los 100 días -que se cumplirán el histórico 9 de abril- y esperamos ver renovación de los territorios, pero empezando por la mentalidad de los ciudadanos, de las generaciones, que son quienes transformarán nuestras vidas y por ende las ciudades o municipios, no desgastar recursos, técnicos y profesionales haciendo dibujitos o planillas… urgen armonizar-conjugar- lo que se promete, impone, compromete (con dineros), siendo cercanos a la realidad, generar credibilidad y buscar progreso para todos, no para intereses velados o descarados; y en última, que debiese ser primero, es comunicar lo que se avanza, se hace, se deja de hacer y las respuestas de los interlocutores… y no queden en solo fotos o videos para pasar las cuentas, cumplir las OPS o dejar “evidencias” y el resto que espere.
Favor traducir contundencia como firmeza, convicción o seriedad y más en la gobernabilidad.
*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago
https://boyaca7dias.com.co/2024/02/28/contundencia-en-la-gobernabilidad-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/
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