Grupos de WhatsApp – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días
Al final algunos dirán que tan obvio, tan predecible, tan lógico y tan del común, pero resulta que nos estamos dejando invadir por una serie de tecnologías, estrategias, manipulaciones y formas de comunicarnos, que si fuesen bien utilizadas logaríamos los objetivos comunes y no las polarizaciones y reacciones bajas, absurdas y hasta indignantes –que rayan –en ataques- y en eso se han venido convirtiendo la aplicación de META, que busca ser mensajería inmediata, para los teléfonos celulares inteligentes.
Distorsionar lo que el hombre crea –para su propio beneficio y la sociedad- se ha venido relegando para llegar a ser la trinchera de personajes, intereses, “bodegas”, estrategas y hasta para perder el horizonte y malgastar la inteligencia en esos creativos recursos de comunicación. Entonces ¿para qué tantos años de invertir en buscar canales, si los desperdiciamos de la peor manera? Cumplir simples normas o protocolos en los llamados grupos de wasap o ‘guasap’ no permiten ver más allá de nuestros límites, sino que los potencia… y de qué manera.
Desde hace ya 13 años se convirtió en un mecanismo muy preciado y que, potenciado, es una herramienta que ha facilitado negocios, creaciones, innovaciones, salvar vidas, informar de primera mano, ser fuente, ser su esencia de conversar y comunicar, compartir, mediante mensajes sencillos, complicados, conversaciones, video llamadas, grabaciones, historias, fotos y hasta documentos.
Una red social que nos fue dando alternativas y nuevas modernas de ser y estar comunicados, pero que a consecuencia de nuestras irracionales actuaciones han dejado estelas de demandas, dolor, alegrías, premios, vivencias y que en el mejor de lo casos ha podido unirnos… porque es un instrumento para crear y producir.
Ya cada cual utiliza la formación u organización de grupos según las necesidades, individuales o colectivas, pero cuando nos saturamos de contenidos, reenvíos, copias, manipulaciones, campañas y cadenas es lo que los desvirtúa. Pero en el fondo, fondo, es que para los institucionales se tuvieron que poner a aprender a manejar sus recursos, sus contextos, su lenguaje y sus tiempos.
Para los personales no podíamos ser inferiores y ahí vamos entronizando las reglas mínimas de comportamiento y convivencia, a la distancia, pero que nos forman con pedagogía y restricciones. Para unos y otros es mediante el respeto, los valores y principios claros, que no dejaremos estelas de odios, de imposiciones o las podremos poner a nuestra orden, con visión y misión claras.
Para todos hay que protegernos, en los datos personales, en la utilización de manos libres, de no conducir al unísono, de vida privada y de enemigos gratuitos. Que no haya que recurrir a sanciones, limitaciones o pagar demás por estos servicios que utilizan las bondades del Creador. Proteger y algo de autocensura en muchas de las publicaciones ayudarán a su futuro.
No dejar pasar desapercibida la forma como en los medios de comunicación utilizamos, o usufructúan de sus contenidos, para atrincherarse y dejar de cumplir nuestra profesión. Tarea.
Y así en las otras plataformas o recursos que nos han dejado marcas y con muy difíciles formas de erradicarlas. No es el idioma, sino las formas de combinarlo, de valorarlo, en su mundo.
“Tener que dar importancia a cosas que realmente no la tienen, ése es el verdadero azote de la vida moderna”
Rabindranath Tagore
*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago
https://boyaca7dias.com.co/2022/09/21/grupos-de-whatsapp-ricardo-gabriel-cipagauta-gomez-columnista7dias/
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