miércoles, 26 de agosto de 2020

PREGONES LOS CIUDADANOS

PREGONES

Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  

@ricardocipago

LOS CIUDADANOS

“…Un ciudadano es, según la Real Academia Española, una persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a su vez a sus leyes. Es un concepto socio-político y legal de significado variable​ usado desde tiempos antiguos y a lo largo de la historia, aunque no siempre de la misma manera…” y al parecer no asumimos ésa condición ni en la llamada “normalidad”, o en pestes, y ojalá sirva para hacerlo en pos pandemia.

No es regaño, sí de autorreflexión, para invitar a que la cátedra de educación cívica, comportamiento y salud, junto con la urgente de historia local-regional y nacional, con la de patrimonio y cultura, sean de obligatoriedad, así a muchos no les gusten las imposiciones, y menos cuando de lo nuestro se trata porque pareciera que nos duele reconocernos, valorarnos y hasta sentirnos orgullosos, en el momento de recibir y utilizar la cédula de ciudadanía…

Los niños de hoy de verdad que tendrán que hacer muchos esfuerzos para conocer en sus aulas ésas mínimas normas de comportamiento social, será por efecto reflejo, por llamados de atención o porque no encuadrarán en sus entornos… y eso sería subsanable si no fuera tan tedioso registrarnos en las oficinas frías de la Registraduría, de los despachos parroquiales o tener que pedir certificación para culminar el proceso de ingreso al colegio y otros menesteres.

Llegar a los 18 obliga a tener la cédula -para todo- y alguien se inventó que ampliada al 150%, y a la que le hacen lectura al código de barras o ya en medidores de temperatura y que nos debe obligar a “no perderla” o dejarla para siempre en recepciones, porque lograr su duplicado es una odisea, que hay que pagar, dedicar tiempo y sufrir en línea o presencial.

Pero la esencia del pregón de hoy y mañana no es el documento físico sino si de verdad estamos asumiendo la gran condición humana, en la que siendo parte de una sociedad nos comportamos, con los deberes y derechos que tenemos?, si somos responsables de cómo estamos?, aportamos al desarrollo, evolución y crecimiento de nuestros entornos? O simplemente es uno que usufructúa, pelecha, polariza y llega a los cargos de toma de decisiones y cuando ya no recibimos ayudas o beneficios nos convertimos en “enemigos” de lo ya ganado. 

Hace tan pocas horas se anunciaba la construcción de un nuevo estatuto o código electoral que nos reconocerá a quienes salimos a votar, cumplimos las normas de elegir y ser elegidos, pagamos cumplidamente impuestos y otros, y que busca hasta erradicar el abstencionismo, creando nuevas alternativas de tener votos digitales, identificación biométrica en mesa, ampliar una hora para quienes llegan tarde a todo y para tener voto electrónico mixto y así garantizar el acceso a VOTAR, que es sagrado y mejorará la vida cotidiana, con mayor equidad, participación y transparencia y reglas para los llamados actores políticos y confianza, hasta aplicar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y con garantías para los ciudadanos, de hoy y de los años que vienen en la democracia, que hay que defenderla, fortalecerla y cuidarla.

Todo lo anterior se viene reclamando desde hace años, a fin de que no unos pocos sean los que decidan por aquellos que perezosos, “diferentes” y hasta “chistosos” se olvidan de ser ciudadanos, pero debe ser conciencia de todos, de verdaderos cumplidores de las leyes, de ser ejemplo y aportarnos soluciones. No es con o sin cédula, es con sentimiento de patria.  El honor de ser ciudadano lo sienten quienes con libertades bien llevadas ondean ser activo de la vida.


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