PREGONES
Ricardo
Gabriel Cipagauta Gómez.
@ricardocipago
¿Y LAS VEEDURÍAS?
“…Se entiende por
Veeduría Ciudadana el mecanismo democrático de representación que le permite a
los ciudadanos o a las diferentes organizaciones comunitarias, ejercer vigilancia
sobre la gestión pública, respecto a las autoridades, administrativas,
políticas, judiciales, electorales, legislativas y órganos de control, así como de las entidades públicas o
privadas, organizaciones no gubernamentales de carácter nacional o
internacional que operen en el país, encargadas de la ejecución de un programa,
proyecto, contrato o de la prestación de un servicio público...”
Esas
bellas palabras e intenciones, consagradas en la Ley 850, del 18 de noviembre
del 2003, a punto de cumplir sus bodas de Alhelí (17 años) deberían estar en
quienes como usuarios nos blindará ante excesos, desconocimientos, vivezas,
leguleyadas y hasta falta de información en eso que reclamamos en las
manifestaciones, en los tintos y ahora en las redes sociales: derechos y
deberes. No solo es por los precios en las facturas de servicios públicos, es por sentido común.
Nuestra
Constitución nos ofrece unos mecanismos que no hemos sabido desarrollar y por
ende hemos estado al margen de sus beneficios, protección o defensa. Nos
instituyeron las superintendencias y allí junto con las Personerías Municipales
(Ministerio Público y/o Procuraduría General de la Nación) y con la Defensoría
del Pueblo son los escenarios para acceder a realizar peticiones, quejas
reclamos, felicitaciones, cumplimientos y tutelas… y son muy contados los casos
-emblemáticos- que con esas herramientas ya han logrado lo que tanto prometen
los Personajes en campañas y que con solo tener disposición se deben constituir
para beneficio de todos, para equilibrar las cargas, para blindarnos y hasta
para lograr ser escuchados. El soporte está en que haya integración y el eje se
va desarrollando solito.
Es
tarea de usted, de los llamados dirigentes comunitarios y de los encargados de
recibir su conformación (en las Personerías municipales y/o en Cámaras de
Comercio) para un real control social, erradicar los oportunistas, dejar
políticas para vigilar, promover, divulgar y defendernos en especial sobre
temas de base para la convivencia, el respeto a nuestro ambiente, recursos,
vida, salud, edad, raza, color, sexo, cultura, etc.
Las
veedurías son mecanismos democráticos que no deben copiar las mañas de ciertos
sectores y ser más fuertes como Ciudadanía, más cuando se están aprobando
planes de desarrollo, POT, planes parciales, escogencia de voceros de la
comunidad ante instancias oficiales y en audiencias públicas o con iniciativas
propias. No pueden seguir silenciosas o para acuerdos momentáneos.
El
control en lo público no debe incomodar a nadie, debe afianzar la confianza en
sus principios rectores y sí de ser
necesario llegar a las “ías…” para que se ratifiquen YA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario